LA BRUJA (THE VVITCH)
Hola a todos! Perdonad que últimamente no haya mucha actividad en el blog, pero estoy de exámenes y bueno. La universidad es dura :(
Vengo a hablaros de La Bruja, la última película de miedo que he ido a ver al cine.
La película se desarrolla en pleno siglo XVII, en Nueva Inglaterra, EEUU. Un matrimonio con cinco hijos es repudiado de la colonia en la que viven, y se verán obligados a establecerse a las afueras de un bosque. Cuando el hijo más pequeño desaparece, los cultivos se empiezan a marchitar y suceden cosas extrañas, los miembros de la familia empezarán a volverse unos contra otros.
La película es una pasada, de principio a fin. Los detractores dicen que peca de lenta y aburrida, pero por eso precisamente es tan buena. Porque va poco a poco sumergiéndote en la atmósfera enfermiza de la película. Y porque demuestra que para dar miedo y hacer pasar un mal rato no hace falta poner un screamer cada dos minutos.
Con tan solo la fotografía (que es una auténtica maravilla), un juego super simple de planos y contraplanos y la música (que pone los pelos como escarpias según avanza el metraje) la cinta consigue que te vayas encogiendo en la butaca según van pasando los minutos.
Las actuaciones también son de diez, las de todos los miembros de la familia, aunque quizá la que más destaque sea la niña mayor, pues es la protagonista. La ambientación está muy bien conseguida, y el trasfondo de la religión invadiendo todos los aspectos de la vida de la familia da mucho que pensar de como vivían (y algunos siguen viviendo).
En conclusión, está película no es para todos los públicos, pues hay que saber meterse poco a poco en la historia, avanzar con ella, pasar miedo con ella. Es buena, muy buena, pero hay que saber apreciarla. Si esperáis sustos tras cada esquina esta no es vuestra película, pero si os gusta pasarlo mal mientras juegan con vuestras mentes... entonces sí.
Vengo a hablaros de La Bruja, la última película de miedo que he ido a ver al cine.
La película se desarrolla en pleno siglo XVII, en Nueva Inglaterra, EEUU. Un matrimonio con cinco hijos es repudiado de la colonia en la que viven, y se verán obligados a establecerse a las afueras de un bosque. Cuando el hijo más pequeño desaparece, los cultivos se empiezan a marchitar y suceden cosas extrañas, los miembros de la familia empezarán a volverse unos contra otros.
La película es una pasada, de principio a fin. Los detractores dicen que peca de lenta y aburrida, pero por eso precisamente es tan buena. Porque va poco a poco sumergiéndote en la atmósfera enfermiza de la película. Y porque demuestra que para dar miedo y hacer pasar un mal rato no hace falta poner un screamer cada dos minutos.
Con tan solo la fotografía (que es una auténtica maravilla), un juego super simple de planos y contraplanos y la música (que pone los pelos como escarpias según avanza el metraje) la cinta consigue que te vayas encogiendo en la butaca según van pasando los minutos.
Las actuaciones también son de diez, las de todos los miembros de la familia, aunque quizá la que más destaque sea la niña mayor, pues es la protagonista. La ambientación está muy bien conseguida, y el trasfondo de la religión invadiendo todos los aspectos de la vida de la familia da mucho que pensar de como vivían (y algunos siguen viviendo).
En conclusión, está película no es para todos los públicos, pues hay que saber meterse poco a poco en la historia, avanzar con ella, pasar miedo con ella. Es buena, muy buena, pero hay que saber apreciarla. Si esperáis sustos tras cada esquina esta no es vuestra película, pero si os gusta pasarlo mal mientras juegan con vuestras mentes... entonces sí.
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