MUSARAÑAS
Pues aquí está mi última crítica de este año. La crítica de Musarañas, una película producida por Álex de la Iglesia, que para que negarlo, es uno de mis directores favoritos.
La película me llamó la atención nada más saber de ella por vez primera, no solo por la historia, sino también por las actuaciones magistrales que se vislumbraban en el tráiler.
Para aquellos que no sepan de que va, la trama nos cuenta la historia de Montse y su hermana, que viven encerradas en su piso, en especial Montse, que padece agorafobia, un trastorno que la impide salir de su hogar.
Un día, el vecino de arriba tendrá la desgracia de entrar en la casa de las dos hermanas, debido a un accidente, y ya nada le asegura que vaya a salir de ahí.
Si el tráiler prometía, la película sobrepasa fronteras, desde el principio al fin. Una vez que te metes en la casa de las protagonistas, da igual el tiempo que lleves fuera del cine, tienes la sensación de que sigues dentro.
Es increíble la tensión con la que te tiene amarrado a la silla, sin poder quitar los ojos de la pantalla, primero de manera gradual, suavecito, hasta que en la última media hora empiezas a agonizar vivo del mal rato que están pasando los personajes.
Destaquemos pues las soberbias actuaciones. Empiezo por la niña, Nadia de Santiago, a la que yo no conocía en absoluto, y he de decir que me ha sorprendido muchísimo. Me parece que tiene talento para dar y tomar, y la verdad es que borda el personaje de la hermana pequeña en todas sus facetas.
Hugo Silva y Luis Tosar son dos actores consagrados en nuestro panorama, y cada uno en el registro de su personaje se salen. Para pasarse el 90% de la película postrado en la cama, Hugo le imprime mucha vida y carácter a su personaje, y el espectador sufre (y mucho, podéis creerme) con todo lo que le sucede.
Luis consigue crear un padre que no está presente, pero es omnipotente en todas las acciones de Montse. Y no es un padre nada tranquilizador, es un personaje muy oscuro, y muchos de los problemas de Montse derivan de sus acciones.
Y por último, y con mucho la mejor, tenemos a Macarena Gómez. A Macarena yo siempre la veo en papeles cómicos como su rol en La Que se Avecina, y este cambio de registro a mi me ha maravillado, porque está inmensa.
Todo, absolutamente todo lo que hace es asombroso, yo no tengo palabras, todo lo que se puede decir es que se merece el Goya de calle. Increíble.
Yo hubo un momento que pensé que Montse ya no podía sorprenderme más, pero tuve que comerme mis palabras por completo por cierto asunto con una pierna.
Salí de la proyección con sentimientos confrontados sobre la protagonista, me daba miedo, pena, ternura, odio... Sorprendente.
El cuerpo que se me quedó después de salir del cine solo es comparable a como se me quedó cuando acabé de ver Buried. Es una película que os animo encarecidamente ir a ver, porque sí, se pasa mal, pero el mal trago merece muchísimo la pena. Es de estas películas que da gusto haber pagado por verlas.
Me despido con una frase que dice el personaje de Hugo, Carlos: "No tengas miedo, no se puede ir por la vida con miedo. No hay que tenerle miedo a nadie. Ni siquiera a Montse"
Lamento contradecirte Hugo, pero a Montse si hay que tenerla miedo.
La película me llamó la atención nada más saber de ella por vez primera, no solo por la historia, sino también por las actuaciones magistrales que se vislumbraban en el tráiler.
Para aquellos que no sepan de que va, la trama nos cuenta la historia de Montse y su hermana, que viven encerradas en su piso, en especial Montse, que padece agorafobia, un trastorno que la impide salir de su hogar.
Un día, el vecino de arriba tendrá la desgracia de entrar en la casa de las dos hermanas, debido a un accidente, y ya nada le asegura que vaya a salir de ahí.
Si el tráiler prometía, la película sobrepasa fronteras, desde el principio al fin. Una vez que te metes en la casa de las protagonistas, da igual el tiempo que lleves fuera del cine, tienes la sensación de que sigues dentro.
Es increíble la tensión con la que te tiene amarrado a la silla, sin poder quitar los ojos de la pantalla, primero de manera gradual, suavecito, hasta que en la última media hora empiezas a agonizar vivo del mal rato que están pasando los personajes.
Destaquemos pues las soberbias actuaciones. Empiezo por la niña, Nadia de Santiago, a la que yo no conocía en absoluto, y he de decir que me ha sorprendido muchísimo. Me parece que tiene talento para dar y tomar, y la verdad es que borda el personaje de la hermana pequeña en todas sus facetas.
Hugo Silva y Luis Tosar son dos actores consagrados en nuestro panorama, y cada uno en el registro de su personaje se salen. Para pasarse el 90% de la película postrado en la cama, Hugo le imprime mucha vida y carácter a su personaje, y el espectador sufre (y mucho, podéis creerme) con todo lo que le sucede.
Luis consigue crear un padre que no está presente, pero es omnipotente en todas las acciones de Montse. Y no es un padre nada tranquilizador, es un personaje muy oscuro, y muchos de los problemas de Montse derivan de sus acciones.
Y por último, y con mucho la mejor, tenemos a Macarena Gómez. A Macarena yo siempre la veo en papeles cómicos como su rol en La Que se Avecina, y este cambio de registro a mi me ha maravillado, porque está inmensa.
Todo, absolutamente todo lo que hace es asombroso, yo no tengo palabras, todo lo que se puede decir es que se merece el Goya de calle. Increíble.
Yo hubo un momento que pensé que Montse ya no podía sorprenderme más, pero tuve que comerme mis palabras por completo por cierto asunto con una pierna.
Salí de la proyección con sentimientos confrontados sobre la protagonista, me daba miedo, pena, ternura, odio... Sorprendente.
El cuerpo que se me quedó después de salir del cine solo es comparable a como se me quedó cuando acabé de ver Buried. Es una película que os animo encarecidamente ir a ver, porque sí, se pasa mal, pero el mal trago merece muchísimo la pena. Es de estas películas que da gusto haber pagado por verlas.
Me despido con una frase que dice el personaje de Hugo, Carlos: "No tengas miedo, no se puede ir por la vida con miedo. No hay que tenerle miedo a nadie. Ni siquiera a Montse"
Lamento contradecirte Hugo, pero a Montse si hay que tenerla miedo.
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