LA LA LAND
La La Land o cantando a la vida.
Muy buenas a todos, hoy os traigo la crítica de una película de la que seguro no habéis oído hablar, porque apenas la han publicitado en los medios de masas (ironía alert). Se trata de la última película del director de Whiplash, Damien Chanzelle, La La Land, subtitulada aquí por algún motivo desconocido La Ciudad de las Estrellas.
Tiene como protagonistas a los maravillosos Ryan Goslin y Emma Stone, de quienes hablaré más adelante, ahora vamos a contar de que va esta nueva maravilla del séptimo arte.
La película nos cuenta la historia de Mia (Emma Stone) una aspirante a actriz que trabaja en una cafetería mientas asiste a casting tras casting para lograr un papel que la lleve poco a poco a la fama. Por otro lado tenemos a Sebastian (Ryan Goslin), un gran pianista cuyo sueño es abrir su propio club en Los Ángeles para así salvar al Jazz, que él considera se ha empezado a desvanecer. Buscando cumplir sus respectivos sueños, sus caminos se cruzarán, dando lugar a una hermosa historia de amor, desamor, realidad y sueños.
Una vez dicho esto, hablemos de por qué esta película es una pequeña gran joya. Empiezo por la música, por tratarse de un musical. La película empieza con un gran número musical, te que mete de lleno en la dinámica de la historia. Después, ni una sola de las canciones desentona con el resto, desde las más animadas como Someone in the crowd hasta las más tranquilas como la preciosa City of stars.
Por supuesto, todos los números musicales son impecables, algunos grabados sin cortes, con todo el trabajo que conlleva eso. A parte, la banda sonora a cargo de Justin Hurwitz también combina perfectamente con lo que se ve en pantalla.
Dejando de lado la música, la película destaca visualmente por la estética y la fotografía. Colores muy vivos y llamativos, sobretodo al principio en el vestuario de Mia y una gran dirección de fotografía, con todos los planos de Los Ángeles, o imágenes tan bonitas como la escena del planetario. Así pues, ir a verla en pantalla grande hace que estos detalles de luz y color destaquen y se puedan apreciar mucho mejor. Es de esas películas que te entran por los ojos.
Pero sin duda, el mayor atractivo para ir a ver esta película es la dupla de protagonistas, los fantásticos Emma Stone y Ryan Goslin. Esa química tan fantástica y chispeante que tienen entre ellos te atrapa aunque no quieras y te lleva de la mano toda la película.
Como actores ambos son estupendos y dotan de profundidad y vida a sus respectivos personajes, pero es sin duda cuando actúan juntos cuando mejor se complementan el uno a la otra y viceversa, creándose una especie magia en pantalla (para que os hagáis una idea, podrían hacer un anuncio de garbanzos y te quedarías pegado a la pantalla de igual manera pensando que son maravillosos y una OTP máxima) que te envuelve.
Para mi son sin duda un acierto de casting como un pino, porque lo hacen tan bien (no me caso de decirlo, help me) que te crees lo que estás viendo a pies juntillas, olvidando que, por desgracia, la vida no es un musical.
Por último, que no menos importante, hablo del mensaje de la historia. Esta es una película que te anima a luchar por tus sueños, a llevarlos adelante pase lo que pase y te diga el resto lo que te diga. Sin embargo, no deja de lado la (generalmente) maldita realidad, que demuestra que nada es tan fácil como nos gustaría, y que, a veces, nuestros sueños se cumplen, pero a precios más altos de los que nos gustaría, dejando cosas por el camino que no habríamos querido dejar.
El final de la película ejemplifica esto perfectamente. Es un final duro, pero realista y que cierra perfectamente la historia. Así, aún dejándote un sabor agridulce, sabes que ese es el final perfecto.
Poco más os puedo decir, salvo que, si tenéis alguna reserva contra los musicales la dejéis de lado, porque si vas a ver esta película no vas a ver un género. Vas a disfrutar de buen cine, que es lo que importa al final.
Muy buenas a todos, hoy os traigo la crítica de una película de la que seguro no habéis oído hablar, porque apenas la han publicitado en los medios de masas (ironía alert). Se trata de la última película del director de Whiplash, Damien Chanzelle, La La Land, subtitulada aquí por algún motivo desconocido La Ciudad de las Estrellas.
Tiene como protagonistas a los maravillosos Ryan Goslin y Emma Stone, de quienes hablaré más adelante, ahora vamos a contar de que va esta nueva maravilla del séptimo arte.
La película nos cuenta la historia de Mia (Emma Stone) una aspirante a actriz que trabaja en una cafetería mientas asiste a casting tras casting para lograr un papel que la lleve poco a poco a la fama. Por otro lado tenemos a Sebastian (Ryan Goslin), un gran pianista cuyo sueño es abrir su propio club en Los Ángeles para así salvar al Jazz, que él considera se ha empezado a desvanecer. Buscando cumplir sus respectivos sueños, sus caminos se cruzarán, dando lugar a una hermosa historia de amor, desamor, realidad y sueños.
Una vez dicho esto, hablemos de por qué esta película es una pequeña gran joya. Empiezo por la música, por tratarse de un musical. La película empieza con un gran número musical, te que mete de lleno en la dinámica de la historia. Después, ni una sola de las canciones desentona con el resto, desde las más animadas como Someone in the crowd hasta las más tranquilas como la preciosa City of stars.
Por supuesto, todos los números musicales son impecables, algunos grabados sin cortes, con todo el trabajo que conlleva eso. A parte, la banda sonora a cargo de Justin Hurwitz también combina perfectamente con lo que se ve en pantalla.
Dejando de lado la música, la película destaca visualmente por la estética y la fotografía. Colores muy vivos y llamativos, sobretodo al principio en el vestuario de Mia y una gran dirección de fotografía, con todos los planos de Los Ángeles, o imágenes tan bonitas como la escena del planetario. Así pues, ir a verla en pantalla grande hace que estos detalles de luz y color destaquen y se puedan apreciar mucho mejor. Es de esas películas que te entran por los ojos.
Pero sin duda, el mayor atractivo para ir a ver esta película es la dupla de protagonistas, los fantásticos Emma Stone y Ryan Goslin. Esa química tan fantástica y chispeante que tienen entre ellos te atrapa aunque no quieras y te lleva de la mano toda la película.
Como actores ambos son estupendos y dotan de profundidad y vida a sus respectivos personajes, pero es sin duda cuando actúan juntos cuando mejor se complementan el uno a la otra y viceversa, creándose una especie magia en pantalla (para que os hagáis una idea, podrían hacer un anuncio de garbanzos y te quedarías pegado a la pantalla de igual manera pensando que son maravillosos y una OTP máxima) que te envuelve.
Para mi son sin duda un acierto de casting como un pino, porque lo hacen tan bien (no me caso de decirlo, help me) que te crees lo que estás viendo a pies juntillas, olvidando que, por desgracia, la vida no es un musical.
Por último, que no menos importante, hablo del mensaje de la historia. Esta es una película que te anima a luchar por tus sueños, a llevarlos adelante pase lo que pase y te diga el resto lo que te diga. Sin embargo, no deja de lado la (generalmente) maldita realidad, que demuestra que nada es tan fácil como nos gustaría, y que, a veces, nuestros sueños se cumplen, pero a precios más altos de los que nos gustaría, dejando cosas por el camino que no habríamos querido dejar.
El final de la película ejemplifica esto perfectamente. Es un final duro, pero realista y que cierra perfectamente la historia. Así, aún dejándote un sabor agridulce, sabes que ese es el final perfecto.
Poco más os puedo decir, salvo que, si tenéis alguna reserva contra los musicales la dejéis de lado, porque si vas a ver esta película no vas a ver un género. Vas a disfrutar de buen cine, que es lo que importa al final.
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